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20 de Mayo, 2009
· General |
VOLANTE: 1° de Mayo: El día más importante de la clase obrera y todos los oprimidos del mundo. |
El Primero de Mayo es un día muy especial. Es el Día Internacional del Proletariado, es el día en que millones de oprimidos, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, salen a las calles para celebrar su Día de Fiesta, para proclamar su rabia contra tanta explotación y tanta opresión, y gritarle a los capitalistas chupasangres que el proletariado se sigue preparando para cumplir con su legado histórico: ser los sepultureros de la explotación. Ese es el día en que ondea el rojo sangre, el rojo revolución de las banderas y estandartes, y al unísono oiremos el grito de batalla de los oprimidos: ¡SE JUSTIFICA LA REBELIÓN CONTRA LOS REACCIONARIOS!
El 1º de mayo las masas del mundo entero se tomarán las calles, en muchas ciudades y pueblos, y lanzarán una vez más sus gritos de combate, donde gente de muchas nacionalidades que harán eco de protesta contra este sistema que oprime, que explota y que esta desangrando al pueblo.
Este día levantaremos hoces y martillos, ¡juntos mujeres y hombres con banderas rojas!, para demostrar que no estamos dispuestos a seguir siendo esclavos de este sistema imperialista, que no tenemos esperanzas en el sistema y que en esta fiesta del proletariado, 1º de mayo, reafirmaremos nuestra lucha, nuestra fe, nuestras metas en la revolución proletaria.
Este es el día donde el proletariado internacional proclama su convicción de destruir el sistema imperialista-capitalista y el deseo de construir un mundo sin opresión, ni explotación, ni clases sociales: un mundo comunista.
Como todas las fechas importantes del proletariado, la burguesía trata de encauzarlas a favor de sus intereses. Se habla sólo del 1° de mayo como el día del trabajo, un día de descanso, un puente más. Se le oculta a las masas el origen de este día y se reprime las marchas y actos que tengan un contenido verdaderamente revolucionario.
Por eso queremos resaltar hoy el origen de este día y el por qué todos los oprimidos del mundo, incluyendo las mujeres debemos marchar este día junto con las organizaciones del proletariado y enarbolar bien alto la bandera roja del internacionalismo proletario, y salir en defensa del comunismo revolucionario, del comunismo científico.
Origen del 1° de mayo
En 1885, una circular recorrió de mano en mano las filas del proletariado en los Estados Unidos. Con las siguientes palabras hizo un llamamiento a realizar acciones de toda la clase el 1º de mayo de 1886:
“¡Un día de rebelión –no de descanso! Un día no ordenado por los voceros jactanciosos de las instituciones que tienen encadenado al mundo del trabajador. ¡Un día en que el trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas! Todo sin el consentimiento ni aprobación de los que opri men y gobiernan. Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los poderes que hoy dominan el destino de los pueblos de
toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar ‘ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana’”.
Hace más de 123 años, el 1º de Mayo de 1886, una huelga general estalló por todos los Estados Unidos. En días culminó en los eventos por siempre asociados con el nombre Haymarket. En 1889 el congreso fundador de la nueva, segunda Internacional marxista declaró el Primero de Mayo un día para acciones mundiales del proletariado.
Las huelgas se iniciaron en Chicago, un crudo pueblo en auge que apenas parecía parte del "mundo civilizado". La revolución mundial había saltado a un continente totalmente nuevo: había pasado ya la experiencia de la Comuna de París, donde el proletariado alcanzó a tomarse el poder por unos meses.
Este nuevo brote de vida proletaria ocurrió el 1º de mayo de 1886.
El 1º de Mayo de 1886 —propusieron— los trabajadores sim plemente impondrían el día de trabajo de ocho horas y cerrarían las puertas de cualquier fábrica que no accediera. La demanda de ocho horas se iba a trans formar de una demanda económica de los traba jadores contra sus patronos inmediatos a una deman da política de una clase contra otra
La gran mayoría de los proletarios, especial mente en ciudades como Chicago, eran de Alemania, Irlanda, Checoeslovaquia, Francia, Polonia, Rusia. Olas de inmigrantes arrojadas la una contra la otra –compri midas en tugurios, azuzados en guerras étnicas, usa das las unas contra las otras.
Muchos eran campesinos analfabetos, arrojados a una batalla ajena por sobrevivir. Pero otros ya estaban templados por la guerra de clases. Los prole tarios de Alemania, en especial, tenían una conciencia contagiosa: aprendida, moldeada por una experiencia compleja, profundamente hostil al orden mundial dominante. Y, a su vez, estos radicales eran odiados, temidos y difamados.
En las calles, trabajadores alzados cantaban:
"Nos proponemos rehacer las cosas
Estamos hartos del trabajo por nada
Escasamente para vivir; jamás
una hora para pensar".
Du rante las marchas nocturnas, con antorchas iluminán doles la cara, los trabajadores cantaban:
Millones de trabajadores están despertando
ahí están marchando adelante.
Todos los tiranos están temblando
antes de que se desvanezca su poder.
La víspera del Primero de Mayo, el Arbeiter Zeitung publicó los siguientes pasajes, que muestran el tono de confrontación que imperaba:
"¡Adelante con valor! El conflicto ha comenza do. Un ejército de trabajadores asalariados está deso cupado. El capitalismo esconde sus garras de tigre detrás de las murallas del orden. Obreros, que su consigna sea: ¡No al compromiso! ¡Cobardes a la retaguardia! ¡Hombres al frente!
Primero de Mayo de 1886. Un periódico de Chicago informó: "No salía humo de las altas chime neas de las fábricas y talleres; y todo tenía un aire dominical". El Philadelphia
Tribune escribió: "Al 'elemento obrero' lo ha picado una especie de tarán tula universal –se ha 'alocado'".
En Detroit, 11.000 trabajadores marcharon en un desfile de ocho horas. En Nueva York, una marcha con antorchas de 25.000 pasó como torrente de Broadway a Union Square; 40.000 hicieron huelga.
En Cincinnati, un trabajador describió el mitin inicial: "Solamente llevamos banderas rojas... la única canción que cantamos fue 'Arbeiters Marseillaise'... un batallón obrero de 400 rifles Springfield encabezó el desfile. Era la Leher und Wehr Verein, la sociedad protectora y educacional de obreros aguerridos.... Todos esperábamos violencia, supongo".
En Louisville, Kentucky, más de 6.000 traba jadores, negros y blancos, marcharon por el Parque Nacional rompiendo deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color.
En Chicago, el baluarte de la rebelión, por lo menos 30.000 hicieron huelga. Todos los trenes pararon, los corrales de ganado se cerraron, los muelles estaban repletos de barcazas llenas de carga. A los líderes conservadores los empujaron a la perife ria. Un gran chorro de proletarios y sus familias, en ropa de domingo, llenó la Avenida Michigan.
Pero la calma "dominical" era engañosa y tem poral. Escondidos en los callejones, desparramados en techos estratégicos, esperaban policías armados listos para una guerra franca. En los arsenales del Estado esperaban mil miembros de la Guardia Na cional con equipo especial –ametralladoras Gatling.
El "Comité de Ciudadanos" de la clase domi nante de Chicago decidió que era necesario crear incidentes para decapitar y aplastar el movimiento. La policía comenzó a atacar a los trabajadores donde quiera que se congregaran. Un reporte policial viru lento declaró que el 2 de mayo una "gran fuerza se reunió" y se atrevió a poner la bandera nacional patas arriba, "izándola al revés, símbolo de la
revolución que planean hacer en las instituciones americanas".
La mañana del 4 de mayo, la policía atacó una columna de 3.000 huelguistas. Por toda la ciudad se formaron grupos de trabajadores. Al atardecer, Hay market era una de las muchas reuniones de protesta, con 3.000 participantes.
Y la represión se acentuó.La clase dominante abrió su gran jurado en Chicago a mediados de mayo de 1886. La acusación: asesinar un policía que murió en Haymarket. Todos los acusados eran miembros prominentes de la IWPA (la organización sindical obrera): August Spies, Michael Schwab, Samuel Fielden, Al bert R. Parsons, Adolf Fischer, George Engel, Louis Lingg y Oscar Neebe.
Resumiendo sus creencias revolucionarias ante el tribunal, Spies concluyó con estas palabras: "Bueno, éstas son mis ideas.... si ustedes piensan que pueden borrar estas ideas que están ganando más y más partidarios con el paso de cada día, si ustedes piensan que pueden borrarlas ahorcándonos —si una vez más ustedes imponen la pena de muerte por atreverse a decir la verdad— y los reto a mostrarnos cuándo hemos mentido– digo, si la muerte es la pena por declarar la verdad, pues ¡pagaré con orgullo y desafiadoramente el alto precio! ¡Llamen a su ver dugo!".
Lingg, de 21 años, escupió con desafío: "Repito que soy enemigo del 'orden' de hoy y repito que, con todas mis fuerzas, mientras tenga aliento para respirar, lo combatiré... Los desprecio. Despre cio su orden, sus leyes, su autoridad apuntalada por la fuerza. Ahórquenme por ello".
Los siete fueron condenados a la pena de muerte.
Un gran movimiento despertó para defenderlos; se celebraron
mítines por todo el mundo: Holanda, Francia, Rusia, Italia, España y por todos los Estados Unidos. En Alemania, la reacción de los trabajadores sobre Haymarket perturbó tanto a Bismarck, que prohibió toda reunión pública.
La verdadera debilidad de la "Idea de Chicago" y su movimiento radicó en su culto de la espontanei dad. Se creyó dogmáticamente que unas estructuras sindicales amorfas solas serían vehículos suficientes para una victoria revolucionaria. Esto provenía de los principios anarquistas de que sólo es necesario romper el casco de la vieja sociedad con una huelga general determinada de los trabajadores y que un nuevo mundo surgirá automáticamente de la autoor ganización de los oprimidos. Un "orden natural" místico, no un nuevo Estado revolucionario, era su meta. Planearon dispersar el poder estatal, no ejercer lo.
Tomado del Obrero Revolucionario #351, 14 de abril de 1986.
La tradición del 1° de Mayo
A través de las revueltas y explosiones de los últimos ciento veintitres años , la tradición del Primero de Mayo se ha desarrollado y ampliado: como un día en que los proletarios conscientes de clase de todos los países evalúan su situación
hacen planes para el año si guiente, celebran el internacionalismo proletario y declaran su determinación de llevar su lucha a la meta final del comunismo por todo el mundo.
En muchos países, hierven batallas por recobrar la tradición de lucha revolucionaria del Primero de Mayo, después de años en que los revisionistas y los reaccionarios lo han suprimido o le han arrancado su carácter fundamental.
El 1° de mayo de 1984, el Movimiento Re volucionario Internacionalista divulgó su Declaración y desde entonces ha llamado a celebrar y luchar ese día en países por todo el planeta bajo consignas revolucionarias unificadas. Hoy, como a lo largo del siglo transcurrido, el Primero de Mayo concentra en embrión los saltos y las perspecti vas de la revolución mundial. El MRI unió a una cantidad significativa de marxistas-leninistas-maoístas del mundo, con miras a la meta futura de formar una nueva internacional comunista. Representó una reagrupación crucial de fuerzas maoístas en un momento decisivo y muy difícil para el movimiento comunista internacional. Se logró pocos años después de un golpe en China que anuló los logros de la revolución maoísta, arrastró el país al camino de la restauración capitalista y calumnió la idea de la revolución maoísta ante el mundo. Como señaló la Declaración del MRI en 1984: "Hoy en día, las fuerzas que luchan por una línea revolucionaria son una pequeña minoría cercada y atacada por revisionistas y apologistas burgueses de toda calaña. Sin embargo, estas fuerzas representan el futuro".
Levantar la bandera roja
Debemos teñir de rojo fiesta el Primero de Mayo, con la bandera roja del proletariado internacional.
Tenemos que luchar por hacer que todas las masas ondeen conscientemente la bandera roja, que canten bien duro y bien alto la Internacional, en medio de la batalla por tomar la historia en nuestras propias manos.
Nuestra bandera no es la amarilla, azul y roja. Esa es la bandera de las clases reaccionarias. Es bajo esa bandera que la gran burguesía y los terratenientes explotan y oprimen al pueblo. Y en última instancia, las clases dominantes se amparan bajo la podrida bandera yanqui. No podemos combatir al enemigo mientras enarbolamos su bandera.
Así como las clases dominantes tienen sus símbolos, sus héroes y sus doctrinas, el proletariado también tiene las suyas. Ellas defienden al imperialismo, un sistema decadente, agonizante y que simboliza hoy lo podrido y atrasado. El proletariado defiende lo nuevo, el camino hacia el socialismo y el comunismo y que ya lo experimentaron la Unión Soviética de Lenin y Stalin y la China de Mao, donde se avanzó hacia la solución de las diferencias entre la ciudad y el campo, entre los obreros y campesinos, entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, consiguiendo grandes avances para la humanidad como el
tratar a las mujeres como personas y no como objetos, el avanzar hacia la recuperación de la naturaleza en beneficio del hombre, frenando la contaminación ambiental; mientras las clases dominantes tienen sus héroes manchados con la sangre de las masas como Hitler, Bush, o Uribe, el proletariado busca los héroes en las propias masas, que son quienes realmente hacen la historia; mientras los reaccionarios se inclinan por lo negro y lo gris, para el proletariado el rojo es el color de la revolución.
Este año el Primero de mayo llega en un momento particularmente crucial para el proletariado. A nivel mundial: el imperialismo yanqui continúa ocupando Irak y Afganistán, y viene lanzando más amenazas contra Irán. Por todas partes sigue la ofensiva del imperialismo y los reaccionarios contra el proletariado y los pueblos y naciones oprimidas del mundo: Palestina es un ejemplo. A nivel nacional el régimen despótico y pro-imperialista de Uribe cada día hunde más a las masas en la miseria y en la falta de libertad política, la clase obrera gira en torno al reformismo, al economicismo, al sindicalerismo burocrático alejados del proletariado internacional.
Los reaccionarios por todo el mundo vienen pasando por un estado de euforia, proclamando a voz en cuello el final del marxismo revolucionario y la muerte del comunismo.
Aunque el movimiento comunista internacional pasa por una dura encrucijada, al intensificarse la lucha de dos líneas dentro de él, al dar un viraje la revolución que venía desarrollándose en Nepal dejando a un lado la gloriosa Guerra Popular que durante más de doce años libraron las masas de este país y conformándose sus dirigentes con compartir el Estado con la gran burguesía burocrática compradora y los terratenientes, los auténticos comunistas tienen claro que la línea correcta se abrirá paso en medio de la lucha
Son los comunistas auténticos los llamados a librar la Guerra Popular, que es el único camino que tienen las masas para arrasar con el viejo orden y avanzar hacia el comunismo.
La existencia del Movimiento Revolucionario Internacionalista y su Comité ha sido de gran ayuda para los revolucionarios proletarios en los diferentes países que enfrentan la difícil pero urgente tarea de forjar un partido proletario de nuevo tipo basado en una correcta línea inspirada en el marxismo-leninismo-maoísmo, la concepción científica y revolucionaria del proletariado y debemos continuar apoyándolo.
Pero con esto no basta. En todos los países, todas las organizaciones verdaderamente revolucionarias, junto con los proletarios conscientes de clase y otras masas revolucionarias tienen que contribuir con su esfuerzo y trabajo denodados, comprometiéndose activamente en la lucha por la construcción de verdaderos partidos, y por avanzar los preparativos para una auténtica guerra popular. Es necesario que el mundo sea arrancado de manos de los
imperialistas y reaccionarios y pase a manos del proletariado y el pueblo.
La burguesía dice que el sistema capitalista, hoy en su fase imperialista, es lo más avanzado a lo que la humanidad puede llegar. Sin embargo, en medio de tanto desarrollo, las mujeres, la mitad de la humanidad aún continúa atada, este sistema no la ha liberado ni lo hará, lo que ha hecho es reforzar la situación de opresión que han sufrido las mujeres para que sirvan a sus intereses de explotar y oprimir, y causar la más extrema pobreza que haya existido en el mundo.
El capitalismo con tanto desarrollo, en pleno siglo XXI, sólo ve a las mujeres como una mercancía, que se compra y se vende en las fábricas, en las pasarelas, en televisión, en los burdeles, objetos para la lujuria y la reproducción que, de acuerdo con ello, tienen que seguir los cánones de belleza que diariamente les están imponiendo, los cuales, sumados a la esclavitud embrutecedora de las tareas domésticas, desvían los pensamientos de las mujeres hacia cosas triviales para evitar que se ocupen de los problemas de la sociedad y no sean un estorbo para continuar con su explotación.
Grandes luchas y grandes retos nos esperan, tenemos en nuestras manos la responsabilidad de cambiar el mundo, ya hemos visto que es posible, que es cuestión de organizarnos, mujeres y hombres, con la mente puesta en servir al pueblo, cambiando las viejas ideas que nos dividen, y trabajando hombro a hombro por una sociedad donde las mujeres seamos libres, donde la humanidad entera sea libre.
Este primero de mayo será la oportunidad para gritar al mundo que las mujeres necesitan la revolución proletaria, que todos los oprimidos necesitamos la revolución proletaria. Es la oportunidad de comenzar a romper las cadenas y desatar la furia de la mujer como fuerza poderosa para la Revolución, tomar el futuro en nuestras manos y organizarnos para transformar el orden actual de las cosas, de luchar por el socialismo y por el comunismo
Solo el proletariado, la clase que nada tiene que perder, es la única que liberará a la mujer y a toda la humanidad. Por eso este 1º de mayo unámonos en torno al proletariado internacional y marchemos junto con las organizaciones que lo representan.
-¡Tengamos las miras puestas en la meta del comunismo!
-¡Agarremos la ciencia del marxismo-leninismo-maoísmo como guía para la acción revolucionaria!
-¡La única manera de acabar con los males de este mundo capitalista imperialista es con una auténtica revolución proletaria!
-¡Luchemos por un mundo radicalmente diferente, que vaya mucho más allá de los logros de la primera etapa de la revolución proletaria mundial!
-¡La revolución, y no la claudicación, es la solución!
-¡Romper las cadenas, desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución!
-¡Enfrentemos con lucha revolucionaria al régimen despótico, paramilitar y pro-imperialista!
-¡Viva el 1º de Mayo Rojo, internacionalista revolucionario!
-¡Viva el Movimiento Revolucionario Internacionalista!
Comité Romper las Cadenas
Escríbanos al correo: romperlascadenas@hotmail.com
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publicado por
romperlc2009 a las 17:48 · 2 Comentarios
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